Errores de las empresas contra la productividad

Según un reciente estudio de CIDAC, la productividad en las empresas mexicanas sólo creció un 0.12% desde 1992 hasta 2011, y  por otro lado, apunta que el ingreso mensual por persona en las últimas dos décadas sólo incrementó hasta $2,500.00 pesos aproximadamente, frente a un crecimiento del mismo indicador en Estados Unidos cercano a $12,500.00 pesos. 
Estos datos nos indican que las empresas en México deben actuar de inmediato para incrementar su productividad de manera sustancial, pues tomando en cuenta que las nuevas empresas en nuestro país quiebran entre los primeros 2 y 5 años de existencia, que 98% de las empresas en México son PyMEs, y que además son responsables de 52% del PIB en México, es indispensable hacer algo para consolidarlas y asegurar su permanencia en el mercado internacional. 
Las empresas cometen una serie de errores que a largo plazo repercuten en la productividad de la compañía y convierten los negocios en empresas no-rentables que están destinadas a quebrar irremediablemente. Por eso es muy importante tomar acciones concretas y evitar prácticas  y procesos operativos que estén fuera de línea con la estrategia de negocios de la empresa.
Prácticas Contrarias a la Productividad 

1) Mantener Productos y Servicios Obsoletos. Regularmente las empresas arrancan sus operaciones con la venta de un producto o servicio estrella y con el tiempo comienzan a producir u ofertar otros nuevos. En muchas ocasiones, el producto o los servicios estrella caen en obsolescencia y dejan de ser rentables, sin embargo, por tradición las empresas siguen invirtiendo en la producción o mantenimiento de dichos productos y servicios pues fueron los que ayudaron al nacimiento del negocio. Es fundamental hacer un análisis de rentabilidad de productos y servicios de manera regular y alinear las metas del negocio a la nueva oferta de acuerdo a las necesidades del mercado.
2) Invertir en Tecnología sin Previo Análisis de Infraestructura. Otro error frecuente en empresas de cualquier tamaño es la inversión desmedida en infraestructura tecnológica sin haber hecho un análisis minucioso de la obsolescencia o necesidad de nuevas plataformas. Antes de invertir en tecnología, es muy importante tomarse un tiempo para analizar la infraestructura y determinar qué máquinas y equipos requieren mantenimiento, reparación o reemplazo, y qué nuevas necesidades tecnológicas requieren los procesos operativos y administrativos de la cadena de valor.
3) Incrementar la presión a los colaboradores para elevar la productividad. Una práctica común en las empresas es presionar cada vez más a los colaboradores para que eleven su productividad, lo cual se traduce en jornadas laborales más extensas, en el establecimiento de metas inalcanzables y en el aumento del estrés entre los trabajadores. Lejos de solucionar el problema, ese tipo de medidas empeoran los resultados. Por eso es importante analizar los procesos operativos área por área y establecer procedimientos adecuados y eficientes para que los trabajadores puedan hacer más cosas con menos recursos en el menor tiempo posible.
4) Reestructurar o transformar radicalmente áreas operativas en poco tiempo. Los cambios estructurales de las áreas operativas en exceso pueden resultar nocivas para la compañía si se llevan a cabo de manera simultánea en muchas áreas en períodos menores a 6 meses, pues se generan ambientes de desconcierto y los resultados son difíciles de apreciar. Antes hay que analizar los procedimientos de cada área para ver dónde hay espacio para mejorar sin afectar la estrategia de negocios de la empresa.
5) Externalizar Servicios Innecesariamente. Aunque el outsourcing tiene muchas ventajas en ahorro de costos para la empresa, hay servicios que deben estar bajo control de la compañía para no comprometer el funcionamiento operativo de la cadena de valor. Externalizar  servicios como la contabilidad, pago de nóminas o la administración informática puede vulnerar la confidencialidad de la compañía. Es importante hacer un análisis de la necesidad o valor que tiene externalizar cualquier servicio antes de tomar una decisión que pueda significar pérdidas sustanciales para la empresa
Por Jorge Uriega Cuesta, Socio Director de GRIP
También podría interesarte
Mide tu productividad