5 beneficios de un sistema financiero sostenible

 

Incrementar fuentes de fondeo y reducir tasas de interés son algunos de los objetivos que persiguen las instituciones financieras. Una palanca para acelerar el logro de estas metas es la adopción de mejores prácticas en materia de sostenibilidad.

 

Este concepto ha estado presente desde hace décadas e implica contar con una visión integral de aspectos económicos, ambientales y sociales en las organizaciones y su cadena de valor: se trata de la capacidad de lograr una prosperidad económica, al tiempo que se protegen los sistemas naturales del planeta buscando proveer una adecuada calidad de vida a las personas.

 

Un desarrollo sostenible también debe satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y oportunidades de generaciones futuras. De hecho, cada vez más inversionistas empiezan a solicitar que las compañías cuenten con lineamientos y procesos para gestionar riesgos ambientales y sociales. Cuando una empresa toma acciones en este sentido, es más probable que diversifique sus fuentes de financiamiento y tenga acceso a mejores tasas.

 

Principios del Ecuador, contexto global y local

 

Adoptados voluntariamente por diversas instituciones financieras a nivel mundial, los Principios del Ecuador constituyen un marco de gestión de riesgos para identificar, evaluar y administrar riesgos sociales y ambientales en proyectos, pensados para proveer requisitos mínimos de due diligence, que respalden una toma de decisiones más responsable. Estos principios están basados en estándares de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés).

 

En México, además de contar con una Ley General de Cambio Climático y requerimientos regulatorios en materia ambiental y social, cada vez más entidades financieras solicitan la incorporación de estos principios para proyectos mayores a 10 millones de dólares, es decir, requieren que sus acreditados tengan un plan de gestión de riesgos ambientales y sociales, lo que implica que las compañías tengan equipos y procesos claros para gestionar temas de sostenibilidad.

 

Al adoptar los Principios del Ecuador, se detectan riesgos oportunamente y se define un plan para su gestión. De lo contrario, estos podrían surgir inesperadamente cuando el proyecto se encuentra en marcha poniendo en riesgo no solo su operación, sino también la reputación institucional.

 

Ventajas de ser sostenible

 

En la actualidad, existen entidades financieras internacionales con la capacidad de fondear a bancos comerciales o de desarrollo locales, que demuestren que se encuentran inmersos en procesos, proyectos y/o iniciativas con respecto de temas ambientales y sociales. Aunque esto no garantiza el otorgamiento de un crédito, sí amplía el panorama de fuentes de financiamiento y aumentan las probabilidades de contar con mejores tasas de interés.

 

Actualmente, proyectos con estas características han logrado financiamiento con tasas de entre el 4 y 6%, las cuales son menores que las de un crédito que no contempla estos aspectos.

 

Se pueden identificar cinco beneficios de contar con un sistema financiero sostenible:

 

1. Acceso a financiamiento internacional: los proyectos que un acreditado someta a consideración incrementan su nivel de elegibilidad para obtener financiamiento.

 

2. Mejores decisiones de crédito: se generan entornos de crédito que contemplan tanto los riesgos tradicionales como los riesgos ambientales y sociales, se logra un análisis integral de la viabilidad del proyecto y, por lo tanto, de su capacidad de repago.

 

3. Impulso a la transparencia organizacional: al interior de las organizaciones se va creando un entorno de transparencia y de concientización acerca del posible efecto que un proyecto puede tener en grupos sociales y en el medio ambiente.

 

4. Incremento de la reputación de marca: implementar marcos sostenibles en las políticas, manuales y procesos aumenta el valor de la marca de las empresas; esto no es tema menor si se toma en cuenta que la reputación representa entre el 20 y 25% del valor de las empresas.

 

5. Fomento a la innovación: la sostenibilidad en las entidades financieras incentiva la generación de productos y servicios innovadores, más verdes y respetuosos del medio ambiente, que cumplan con las necesidades del consumidor, al tiempo que son socialmente responsables.

 

En México, instituciones financieras están adoptado diversos estándares y buenas prácticas internacionales. En este sentido, el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) es un ejemplo para la Banca Nacional de Desarrollo al incorporar un Sistema de Gestión de Riesgos Ambientales y Sociales en su proceso de crédito para las operaciones de primer piso, aplicando los Principios de Ecuador como marco de referencia y verificando el cumplimiento de la normatividad mexicana medioambiental y social.

 

“Nuestra experiencia nos confirma que la sostenibilidad es un paradigma que las instituciones financieras y de crédito no pueden pasar por alto: debe transformarse en un tema obligado que resulta preventivo con respecto a la gestión de riesgos y otorga mayores elementos para prever la viabilidad de un proyecto y su impacto en el ambiente y en las comunidades. Hoy, más que nunca, las empresas deben adquirir conocimientos que les permitan ser capaces de evaluar y definir esquemas de trabajo de un acreditado para implementar, monitorear y ejecutar modelos de sostenibilidad que se incorporen de manera eficiente en los sistemas financieros”, comenta Francisco González, Director General de Bancomext.

 

Como pionero del sistema bancario en general, Bancomext ha ajustado sus manuales, procedimientos y políticas para considerar los elementos clave de los Principios del Ecuador para convertirse en una entidad con criterios más consistentes y actualizados para evaluar proyectos desde un punto de vista sostenible.

 

Tomar en cuenta los aspectos económicos, ambientales y sociales de un proyecto es importante para que una institución financiera otorgue créditos y financiamientos a las organizaciones. Adoptar un marco sostenible brinda mayor visión para la administración de riesgos, minimiza posibles consecuencias en las comunidades y promueve la inversión responsable en el mediano y largo plazo.

 

El desarrollo de la sostenibilidad en el sector financiero acelera la innovación y puede aportar recursos sin lastimar al medio ambiente y a la sociedad. Es fundamental que una gran proporción de las entidades financieras de México evolucionen y caminen hacia esa dirección para lograr un impacto positivo en el país.

 

Por: Juan Carlos Reséndiz

Socio de Asesoría en Gobierno Corporativo y

Gestión de Riesgos de KPMG en México asesoria@kpmg.com.mx Visita: www.delineandoestrategias.com

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