Cómo incrementar el nivel de un equipo de trabajo 

 

Un buen manager cuenta con un historial de buenos resultados, mismos que ha generado al lograr objetivos previamente establecidos. Es, además, alguien que tiene y mantiene un vínculo fuerte y sólido con su equipo de trabajo, promoviendo en todo momento la sinergia entre sus integrantes. 

 

Sin embargo, hay quien cree que liberar el potencial de los miembros de un equipo de trabajo significa “empoderarlos” pero creo que existen términos más atinados y apropiados cuando hablamos de fortalecer el potencial y capacidades de un equipo de trabajo. En este sentido, empoderar y facultar pudieran ser sinónimos, pero no es así. Facultar significa brindar conocimientos, habilidades y la experiencia para que te puedas desarrollar de manera eficiente en tu puesto de trabajo. Y eso es precisamente lo que hace un líder; te da conocimientos, te pone el reto enfrente para que tengas la experiencia, te afina tus habilidades, te fortalece la voluntad. 

 

El primer objetivo de un líder es que todos y cada uno de los miembros del equipo incrementen su nivel. Independientemente de qué tan preparado esté cada quien, todos son susceptibles de liberar su potencial en muchos aspectos; se trata de algo totalmente democrático. 

 

Para liberar el potencial de los miembros de un equipo de trabajo e incrementar su nivel, el líder debe: 

 

1. Incrementar el conocimiento de los empleados 

2. Tener la habilidad de llevar estos conocimientos a la práctica. Esto es importante porque el mundo académico regular no lo hace; es decir a uno le dan una cátedra de pizarrón, pero no tiene una “parcela” de la realidad para practicar eso que aprende. Es decir, el líder tendría que crear el área para que la gente aprenda en términos de conocimiento, lo lleve a la práctica y lo aterrice en su día a día 

3. Voluntad. Crear entornos para fortalecer la fuerza de voluntad 

 

En este sentido, saber delegar actividades es algo crítico, indispensable y fundamental, para obtener los resultados esperados y liberar el potencial de los equipos. No obstante, trabajar en las tres competencias mencionadas anteriormente resulta vital. Delegar en una persona cierta actividad cuando ésta no está facultada para ello es “darse un tiro en el pie”. Alguien que sabe delegar de manera eficiente, sabe diagnosticar eficientemente. Si sé que la persona lo sabe hacer, se lo puedo delegar sin que amerite mucha supervisión. En cambio, si es una persona carente de conocimientos, práctica y fuerza de voluntad, mi nivel de supervisión deberá ser muy alto. De ahí la importancia de realizar un buen diagnóstico en ese sentido para saber quién está ya listo para que le puedas delegar tareas. 

 

Asimismo, aspectos como la motivación y la retroalimentación juegan un papel muy importante. Todas las teorías indican que la motivación es un tema intrínseco; es decir, tú no le motivas a otro, más bien tú te automotivas. La motivación es una fuerza interior, algo que viene de adentro; pero lo que yo sí puedo hacer es precisamente crear el entorno para estimular esos disparadores internos que provoquen que tú te automotives. En cuanto a la retroalimentación, todos los estudios de desarrollo organizacional de los últimos años hablan de la retroalimentación como una herramienta esencial de los líderes del s. XXI; es la única forma en la que creas un entorno de rendición de cuentas. No obstante, lo cierto es que la mayor parte de los líderes actualmente no lo saben hacer, tienen muy poco conocimiento técnico sobre cómo retroalimentar a un colaborador. 

 

Los beneficios de liberar el potencial de un equipo de trabajo e inyectarles energía son múltiples.Finalmente, las empresas las componen los seres humanos, si yo estoy liberando el potencial de mi gente, de forma natural estoy liberando el potencial de la empresa; están muy vinculados el uno con el otro. Sin embargo, cabe señalar que los beneficios en el corto plazo no son tan obvios porque justamente hay que invertir tiempo y los resultados no son inmediatos. Se capacita al equipo de trabajo y eso lleva un tiempo, mismo que no se destina a la producción, pero lo cierto es que a mediano y largo plazo los beneficios son espectaculares, en materia de resultados, de crear mejores ambientes de trabajo. 

 

Asimismo, está dinámica se debe llevar a cabo en las empresas de manera continua. Se trata de un proceso que se va desarrollando en el día a día, y hay que tener muy claros esos elementos que disparan el potencial en la organización; hacer consciente cuáles son esos comportamientos que nos ayudan a que la mejora sea continua: 

 

– Delegar eficientemente 

– Dar retroalimentación para que el equipo de trabajo sepa hacia dónde va 

– Capacitarlos 

– Establecer procesos formales de rendición de cuentas 

 

Inclusive que existan en la empresa estímulos visuales que activen la motivación de los empleados y los impulse a la acción. 

 

En definitiva, creo que el solo hecho de hacer un llamado a la gente para que liberen su potencial ya es importante. Ya sea una empresa que está en inicio de actividades o lleve algún tiempo en el mercado y piense que no cuenta con el “músculo” económico para hacerlo o sienta que no tiene tiempo para ello, lo cierto es que eso no la limita a la hora de liberar el potencial de su gente. El simple hecho de instarlos a ser mejores personas todos los días per se ya me parece muy importante, invitarlos a superarse, a crecer y desarrollarse dentro de la compañía; es una invitación a la superación, al crecimiento y al desarrollo, y hacerlo de manera consistente. 

   

Por Raciel Sosa, Director General de Leadex Solutions  

  

 

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