El Día Internacional de la Mujer pone en balanza la equidad de género en la economía

Durante los últimos años, la lucha de las mujeres por la equidad de género y el esfuerzo ha llegado a permear diferentes ámbitos de la vida social y la privada.

Este año, el Día Internacional de la Mujer busca generar cambios positivos a través de acciones integradas bajo el lema Balance for Better que brinda la pauta para analizar hasta qué punto han alcanzado la equidad de género en la economía.

A pesar a las diversas iniciativas que buscan combatirlas las importantes diferencias entre la realidad laboral que viven diariamente las mujeres y los hombres, reflejándose de forma evidente en la brecha salarial que está lejos de erradicarse pues 3 de cada 4 hombres forman parte de la población económicamente activa, frente al 50% en el caso de las mujeres.

Aunque a nivel mundial el número de niñas escolarizadas ha aumentado, al igual que el de mujeres que trabajan de forma remunerada y que son elegidas para desempeñar responsabilidades públicas y funciones de liderazgo, es importante destacar que, entre esta población ocupada, las mujeres representan aproximadamente dos tercios del total de trabajadores que colaboran en negocios familiares sin percibir remuneración directa por ello.

Las mujeres siguen recibiendo en todo el mundo un salario diferente por un trabajo de igual valor y tienen menores probabilidades que los hombres de cobrar una pensión, lo que resulta en grandes desigualdades en términos de ingresos a lo largo de su vida.

Durante años, las mujeres se han destacado habilidades que desarrollan las para administrar sus bienes, aunque pocas veces se ha profundizado en la necesidad que tienen de hacer más con menos dinero, esto como resultado de décadas de precariedad en el trabajo y falta de certeza económica.

Para las mujeres el trabajo remunerado se ha convertido en un pilar fundamental para alcanzar la igualdad, pero solo es posible cuando:

  1. Existe una responsabilidad compartida entre mujeres y hombres hacia el trabajo de cuidados que no recibe una paga (cuidado de los hijos o personas enfermas, tareas del hogar).
  2. Las mujeres tienen tiempo para el ocio y el aprendizaje.
  3. El trabajo remunerado proporciona ingresos suficientes para mantener un nivel de vida adecuado.

Este tipo de trabajo sigue siendo escaso, sobre todo cuando las responsabilidades domésticas y de cuidados, que continúan recayendo fundamentalmente en las mujeres, limitan los tipos de trabajo a los que ellas pueden acceder, lo que refuerza aún más la desventaja socioeconómica que sufren.

Las medidas dirigidas a reducir la carga de trabajo no remunerado a través de inversiones en infraestructura, servicios de cuidado infantil y licencias parentales pueden aumentar la disponibilidad de las mujeres para realizar trabajos bien pagados y ampliar su capacidad de elección.

A largo plazo, el progreso de las sociedades y las economías está condicionado al pleno aprovechamiento de las aptitudes y capacidades de las mujeres de ahí que la independencia económica sea un objetivo que cada mujer debe perseguir. Actualmente, las mujeres buscan desarrollarse a nivel profesional deben hacerse cargo de sus finanzas personales.

Estos son algunos consejos que te ofrece albo para ayudar a usar la economía como una aliada:

  • Tomar el control de las finanzas y aprovechar las herramientas que facilitan la administración de las mismas y con el tiempo se convierte en una actividad.
  • Utilizar el poder de decisión a favor y se obtendrá más con menos dinero. Para lograrlo que tiene que comparar precios y estructurar el presupuesto. Echar mano de las plataformas en línea, permiten conocer todo sobre el producto o servicio que uno necesita adquirir.
  • El uso de herramientas digitales permitirá planear gastos y descubrir mes a mes en qué se gasta el dinero. Por ejemplo, el reporte de gastos de albo representa en una gráfica los diferentes rubros en los que se emplea el dinero, de esta forma, se podrá evaluar si lo está haciendo bien o cuáles son los gastos que se deben considerar bajar.
  • Descubrir las habilidades. Las mujeres son mejores administradoras que los hombres. Esto porque generación tras generación han desarrollado habilidades analíticas que permiten tomar mejores decisiones. Además, la capacidad de organización, planificación y control, se convierten en la maestra en las finanzas.

El uso de la tecnología resulta fundamental para eficientar tiempos y empoderar a las mujeres a desarrollarse en su trabajo y, al mismo tiempo, atender a su familia. En albo podemos acompañar a las mujeres en el proceso de independizarse económicamente y ayudarles a tomar decisiones más informadas sobre el uso y manejo de su dinero, evitando las fricciones de tener una cuenta en el banco para llevar las finanzas personales”, señaló Ileana Gómez Gasteasoro, Head of Business en albo.

Redacción

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