Cómo afectan en tu empresa los micromachismos

Muchos de nosotros hemos escuchado el término micromachismo, pero no sabemos bien qué es o cómo caemos en ese juego, ya que por cuestiones sociales los tenemos muy arraigados.

Pero vamos por partes, qué es el machismo, es creer que el hombre es superior a la mujer. En sentido estricto, comienza junto con el patriarcado (entre el 10,500 y el 8,500 a.C.). En la época de Aristóteles (384 a 322 a. C.) se consideraba que la mujer era un error naturae. En el medievo, la mujer es considerada naturalmente como deficiente e incompleta en relación con el hombre.

Pero entonces, hoy no se cree que el hombre sea superior, al menos no de forma abierta, pero de forma velada y con actitudes se demuestra lo contrario. Luis Bonino en 1990 propone el término “micromachismos”. Se trata de comportamientos masculinos que buscan reforzar la superioridad sobre las mujeres. “Son pequeñas tiranías, terrorismo íntimo, violencia blanda”, “suave” o de baja intensidad, tretas de dominación, machismo invisible o partícula “micro” entendida como lo capilar, lo casi imperceptible, lo que está en los límites de la evidencia. Lo grave de ellos, según coinciden los expertos, es que están en la socialización de hombres y mujeres, además lo imperceptibles que resultan. De ahí su perversidad, señalan unos y otras. “Producen un daño sordo y sostenido a la autonomía femenina que se agrava con el tiempo”, señala Bonino.

Los varones buscan con estas actitudes, según el psicólogo Javier Miravalles, impedir el aumento de poder personal de la mujer y aprovecharse del papel de “cuidadora” de ellas.

Hoy se dice que son machismos cotidianos y se dividen en 4 tipos:

Utilitarios:primero por su carácter utilitarista y segundo por la actitud de los varones de no asumir su responsabilidad.

Encubiertos: control oculto o indirecto. Son sutiles y ocultan que su objetivo es el control y la manipulación.

Coercitivos: control directo. Puesto que soy superior, “puedo controlar” lo que la mujer dice, el dinero, el espacio, el tiempo, la intimidad, etc.

Coercitivos de crisis: se utilizan para reencauzar a la mujer, cuando ésta se “está saliendo del huacal”. Cuando hay una crisis que apunta hacia mayor igualdad. Se ejerce agresión mediante la lástima, el victimismo, resistencias, negaciones y la agresión pasiva.

Algunos ejemplos de micromachismos en la vida cotidiana

  • Rosa para las niñas, azul para los niños
  • “Qué suerte, tu marido te ayuda en casa”
  • En el restaurante, la cuenta es para él:
  • La mujer invisible en el taller o el concesionario
  • La madre y el “padrazo”
  • Un hombre y una mujer no pueden ser amigos
  • La “friend zone”
  • Ser madre vs la carrera profesional
  • “Corres como una niña”

Tipos de micromachismos en el trabajo

División sexual del trabajo; sí, puede que esta afirmación suene muy S.XX, sin embargo aún en la actualidad se puede percibir este tipo de actitudes al perpetuar posiciones laborales “femeninas” y masculinas. Tal es el caso de asignar puestos de asistencia o “servicial” a las mujeres.

Menores sueldos en puestos de la misma categoría; de acuerdo con el CONAPRED, en México los hombres ganan 34% más que las mujeres por realizar tareas similares.

Dificultad de acceso a puestos de mayor nivel, el acoso, sexual y laboral  son todavía mayores en en sectores masculinizados

Asignación de tareas menos cualificadas.

Trato verbal discriminatorio; referirse a los hombres por apellido y a las mujeres por nombre de pila, por ejemplo.

Pero a los hombres también les afecta el machismo

Los hombres principalmente son afectados en la demostración de los afectos, por ejemplo ‘los hombres no lloran’, o en las relaciones con sus hijos e hijas al considerar este campo eminentemente de mujeres, viven mucha presión por tener que ser proveedores, valientes, exitosos en lo económico y sufren si sienten que no lo son Además que tienen que tener un alto rendimiento sexual, si no llega a ser así, suelen poner en duda su masculinidad, muchos de los casos de impotencia son por estrés psicológico.

A lo anterior agrega que “si les gustan actividades consideradas ‘femeninas’ sienten que pueden ser juzgados en su masculinidad, por ejemplo, si no les gusta el fútbol, les gusta bailar, incluso si le gustan los gatos. El machismo genera muchas desventajas en las relaciones igualitarias entre los géneros, no pueden jugar con muñecas, por lo tanto, no aprenden el ejercicio de su paternidad”.

Como reflexión podemos decir que la cohesión del grupo es importante para la sobrevivencia de la empresa, en ese sentido es necesario hacer que todos los miembros estén poniendo sus capacidades al 100% en su desempeño, esto no se logra si la mitad de su población, la femenina, vive cuidando su integridad.

Estas son algunas de las expresiones de violencia de género que podrían ser catalogadas como “violencia de baja intensidad”, entre más fácilmente logremos identificarlas más fácilmente lograremos revertirlas.

Psic. Yara Brom, Directora de Centro de Bienestar Emocional

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