Cómo las empresas pueden planificar mejores operaciones comerciales, mejorar la seguridad y la privacidad después de la pandemia

A medida que más países se enfocan en la vida post-pandemia, es importante que los líderes de pequeñas y medianas empresas piensen en cómo quieren que sus negocios operen en el futuro.

Esto no es sólo una pregunta abstracta. Muchas empresas están comenzando el proceso de moverse hacia un mundo post-pandemia y los empleadores están encontrando dos cosas. Primero, que es difícil para muchos atraer y mantener a los empleados, lo que resulta en una escasez de mano de obra en algunas áreas. Segundo, que los empleados actuales y los potenciales están dejando muy claro lo importante que es el trabajo remoto como opción. Un artículo reciente en Bloomberg señaló que una encuesta de mayo de 2021 realizada a 1,000 adultos estadounidenses mostró que el 39% de ellos consideraría renunciar si sus empleadores no fueran flexibles con respecto al trabajo remoto post-pandemia. Ese número salta al 49% cuando se centra en las generaciones más jóvenes.

A medida que nos acercamos a la “nueva, nueva normalidad”, hay una oportunidad única para que los propietarios de negocios y los líderes den forma consciente a la naturaleza del trabajo en el futuro. Y, en muchos casos, esto es esencial para atraer y retener al mejor talento.

¿Qué es la nueva, nueva normalidad?

Durante la pandemia, hemos escuchado hablar mucho de la “nueva normalidad”.  Para las empresas, esto se refería específicamente a la prisa por adoptar el trabajo remoto para adaptarse a los confinamientos impuestos por la pandemia.

Ese movimiento obligó a la adopción de nuevos enfoques y tecnologías, incluidas las herramientas de trabajo remoto como Zoom, Slack y Teams. Debido a que todo cambió rápidamente y sin planificación, la mayoría de las empresas no tuvieron en cuenta la seguridad y la privacidad.

Esta “nueva normalidad” contrastaba con “la vieja normalidad”: la vida antes de la pandemia. Si la “nueva normalidad” se caracterizaba por una gran cantidad de cambios forzados por la necesidad, la “vieja normalidad” se caracterizaba por la inercia y la tradición; porque “siempre lo hemos hecho de esa manera”. Esto aplicaba no sólo a las reuniones cara a cara, sino también a la tecnología que usábamos y la forma en que la usábamos. Gran parte de la “vieja normalidad” para las empresas se centraba en el sitio físico con personas, sistemas, aplicaciones y clientes en las oficinas.

La “nueva, nueva normalidad” es lo que viene después. Es una síntesis de “la vieja normalidad” y la “nueva normalidad”. Pero una cosa que hace que la “nueva, nueva normalidad” sea diferente de cualquiera de éstas, es que podemos darle forma de manera consciente, libre de la inercia irracional y de la tradición de la “vieja normalidad” y de la premura y necesidad de la “nueva normalidad”.

Más allá de los beneficios obvios para el negocio de tomar decisiones reflexivas y conscientes sobre la naturaleza del trabajo en la “nueva, nueva normalidad”, hay otro beneficio: esta es una oportunidad para hacer que las consideraciones de seguridad y privacidad sean fundamentales para las políticas y operaciones de su negocio. Y como discutiremos a continuación, esto puede mejorar no sólo el negocio, sino también la seguridad y privacidad, lo que a su vez también ayuda al éxito del negocio.

También vemos lo importante que es mantener el trabajo remoto para muchos empleados y, por lo tanto, para muchas empresas. Muchas empresas necesitarán adoptar de manera formal y permanente políticas de trabajo remoto para atraer y retener al mejor talento. Eso significa que ahora es el momento de construir esas políticas con la seguridad y la privacidad en mente.

Una planificación consciente significa integración y mejor seguridad

Los líderes y equipos de seguridad a menudo tienen que averiguar cómo hacer que la seguridad y la privacidad funcionen con operaciones y políticas que ya se han decidido. A veces nos referimos a esto como seguridad y privacidad “ajustadas”, lo que significa que están unidas (“atornilladas”) a algo que ya está completo. La seguridad y la privacidad “bolt on” nunca son tan buenas como la seguridad y la privacidad integradas. La seguridad y la privacidad integradas siempre son mejores, más efectivas, más baratas y exitosas que cuando están “atornilladas”.

Para aquellos que alguna vez hayan construido una casa o hayan hecho una remodelación, probablemente entiendan esto bien: las cosas siempre son mejores, más baratas y efectivas cuando son parte de la planificación original, en lugar de agregarse después del hecho. Lo mismo es cierto para la seguridad y la privacidad de las empresas.

Dar a la seguridad y la privacidad un asiento en la mesa de planificación

La forma de integrar la seguridad y la privacidad en su planificación y discusiones en torno a la nueva normalidad, es en realidad simple y directa: uno se asegura de que tanto la seguridad como la privacidad tengan un asiento en la mesa de planificación, literal y metafóricamente.

Es importante tener en cuenta que esto es algo que todas y cada una de las empresas, independientemente de su tamaño, pueden y deben hacer. En el caso de las empresas pequeñas que no tienen un equipo dedicado a la seguridad o la privacidad, pueden incluir un consultor externo en seguridad y privacidad a sus conversaciones, como proveedores de soluciones de seguridad administradas. O, al menos, pueden asegurarse de que siempre haya un componente de seguridad y privacidad en su planificación.

Por ejemplo, supongamos que como parte de la planificación para la nueva, nueva normalidad desea permitir que el personal de su departamento de facturación trabaje desde casa parte o todo el tiempo. Una de las preguntas que tendrá que responder la empresa es cómo esos empleados podrán acceder a su sistema de facturación. Por eso, termina decidiendo que la mejor manera de lograrlo es pasar de un sistema de facturación que está actualmente en los equipos de sus empleados en la oficina a un sistema basado en la nube.

Como parte del plan para pasar al nuevo sistema basado en la nube, la compañía analiza qué opciones hay para garantizar que el acceso de los empleados al sistema de facturación sea lo más seguro posible. A medida que resuelve el problema, la empresa decide que la directiva será brindar equipos portátiles de trabajo para esos trabajadores remotos y esto incluirá software de seguridad con antivirus y capacidades de acceso remoto que la compañía les proporcione.

También decide implementar la autenticación multifactor para acceder al nuevo sistema de facturación basado en la nube. Finalmente, como parte de la evaluación de los proveedores de sistemas de facturación basados en la nube, la empresa se asegura de verificar que la solución que elija puede ayudarlo a cumplir con la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA) y el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la UE, porque tiene clientes en California y en Europa, y se da cuenta de que esta solución también puede hacer que el cumplimiento de esas regulaciones sea más fácil que hacerlo la empresa misma.

Al final la compañía ha tomado una decisión sobre cómo quiere que funcione su negocio en el mundo post-pandemia. Y como parte del proceso de evaluación e implementación de eso, ha hecho que las preocupaciones de seguridad y privacidad sean la misma prioridad que otras preocupaciones comerciales. Y termina con una solución basada en la nube que es más rentable, tiene una mejor seguridad general, proporciona un mejor soporte para el cumplimiento de la normativa de privacidad y, sobre todo, admite los nuevos requisitos empresariales.

Planificación para un mejor futuro post-pandemia

Mientras nos preparamos para el futuro post-pandemia, hay muchas razones para el optimismo. Una razón es que esta situación les da a todos la oportunidad de hacer revelaciones a gran escala. Para las empresas, esto significa una oportunidad para tomar decisiones conscientes sobre cómo desea que su negocio funcione en el futuro. Esto a su vez abre una oportunidad para mejorar el negocio, seguridad y privacidad al hacerlos conscientemente parte del proceso, a medida que se diseña el futuro del trabajo para la empresa.  En muchos sentidos, esta es probablemente una oportunidad única en la vida. Lo mejor es aprovecharlo al máximo.

Por Christopher Budd, Gerente global senior de comunicaciones sobre amenazas

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