MiPyMEs, en la transición de lo análogo a lo digital

Sectores como seguros, banca, entretenimiento, inversiones, producción y manufactura mueven sus engranes a través de la digitalización para incrementar la productividad, reducir costos y adaptarse a las condiciones del mercado. Todo esto gracias  al avance de la tecnología. A esta tendencia se suman las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), las cuales han experimentado transformaciones, en los dos años más recientes.

A pesar de que existen microcompañías que funcionan con poca o nula automatización, los procesos tecnológicos cada vez cobran mayor presencia al acelerar su crecimiento y resiliencia, como es el caso de los pagos digitales en nuestro país, que registraron 59,000 millones de dólares en 2021.

En ese contexto, 99.5% de los negocios latinoamericanos corresponden a pequeñas y medianas empresas (PyMEs), éstas proporcionan empleo a 67% de las personas en la región. No obstante, estas últimas sufrieron cambios considerables, a partir de 2020, año en que la pandemia por Covid-19 puso en peligro su permanencia, ya que a las sobrevivientes las obligó a migrar a un modelo de trabajo diferente. 

MiPyMEs, en la transición de lo análogo a lo digital

Estas compañías en México han tenido que sortear obstáculos, como la reducción de personal o su cierre definitivo, pese a que aportan más de 50% del Producto Interno Bruto (PIB) , ya que poseen gran flexibilidad, alta capacidad de adaptación y facilidad para la toma de decisiones.

Ante tal situación, las microcompañías recurrieron a medidas que les permitió hacer frente a una nueva realidad: reestructurar el plan de negocios, prestar más atención a indicadores externos (introducción de productos y servicios nuevos, vigencia de los anteriores, tendencias del mercado) e internos (registro de inventarios, número de ventas), fortalecer la comunicación dentro y fuera de los establecimientos, así como replantear proyectos y presupuestos.

Las empresas transitan a lo digital para mantenerse actualizadas, evolucionar y sobrevivir a las nuevas dinámicas sociales. La digitalización les ha traído mejoras en todas sus áreas, la optimización de procesos, el almacenamiento y manejo de datos, la conexión entre organizaciones e individuos para desarrollar artículos, servicios o modelos comerciales novedosos.

Las PyMEs, con base en sus necesidades particulares, han puesto en funcionamiento tecnologías digitales avanzadas, como softwares y sistemas de automatización, ERP —dirigidos a la gestión empresarial—, CRM —programas enfocados a la relación con los clientes— y exposición en plataformas —sistemas para automatización de marketing¬—, entre otros, los cuales han incrementado la eficiencia y productividad en sus procesos.

Nuestro país no se ha quedado rezagado en cuanto al binomio tecnología-pymes, ya que la cifra de microcompañías mexicanas que invertían en digitalización pasó de 7% a 25%, a partir de 2020 . Otros ejemplos de la intervención de las herramientas digitales en este ecosistema comercial son los registrados en 2019, cuando 88% de las pequeñas y medianas empresas utilizó las redes sociales, mientras que 82% de ellas usaron la banca electrónica.

Tarde o temprano, la digitalización transformará todos los sectores. Los modelos de negocios se desplazarán al espacio virtual, donde el uso de la Inteligencia Artificial y la nube les ayudarán a lograr estabilidad y crecimiento. Por lo tanto, el futuro de las pequeñas y medianas empresas es digital.

Redacción  

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