Cuidar tu salud mental es mantener tus finanzas sanas

Si bien sabemos que el dinero no es la fuente principal de la Felicidad, pero cuando carecemos de él o nos andamos rascando las uñas cada fin de quincena, nos ponemos en situaciones de estrés, sin embargo, cuando la situación es al revés, y hasta nos alcanza para darnos algunos lujos, entonces existe un sentido de tranquilidad y alegría.

Cuidar nuestras finanzas personales también es cuidar nuestra Salud Mental, y porque no, hasta nuestra Felicidad, ya que hábitos como el ahorro nos pueden sacar de algún imprevisto como la pérdida de un empleo o alguna situación médica, y por el otro lado, la inversión que nos puede dar un extra en nuestros ingresos que le darán a nuestras finanzas una mayor solidez.

El dinero y la mente

La Salud Mental del trabajador es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un estado de bienestar en el que la persona es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.

Más de 280 millones de personas en el mundo sufren depresión, y 1 de cada 4 personas sufrirá algún problema mental a lo largo de su vida, según la OMS. Los problemas de Salud Mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030.

Los síntomas más comunes que presenta el mexicano en la Salud Mental son varios como: preocupación excesiva y tener pensamientos constantes sobre alguna situación; dificultades para concentrarse; dolor de cabeza, sensación de ahogo o dificultad para respirar, disminución del apetito y taquicardias o palpitaciones rápidas, entre otros. Algunos son agradados por tener problemas financieros.

Además, el trabajo es un entorno muy importante para hablar de la Salud Mental, así lo señala la Organización Panamericana de la Salud (Pan American Health Organization /PAHO) y añade que los problemas de Salud Mental impactan directamente los lugares de trabajo, causando ausentismo, pérdida de productividad y altos costos de atención de la salud. El estrés y la depresión en el trabajo es la causa principal de reducción de la productividad, aumento de días remunerados y retiro prematuro.

Numerosos estudios han demostrado el impacto de los problemas de dinero en la salud física y mental. Estar endeudado lo hace más propenso a sufrir de insomnio, presión arterial alta, dolor de espalda, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, ataques cardíacos y mucho estrés.

Reconoce que estás endeudado. No pierdas el tiempo culpándote a ti mismo. Ignorar el problema o decirte a ti mismo que las cosas no son tan malas no resolverá la situación. No puedes volver atrás y arreglar las cosas, pero puedes aprender de tus errores y avanzar de manera más positiva.

Visualiza tu situación financiera. El primer paso es enfrentar la realidad y tener una idea clara de lo que debes. Recopila todos tus estados de cuenta y anota cuánto debes, interés y fechas de pago. Esto puede causar mucha ansiedad, pero te ayuda a definir tus metas y plan de acción.

⦁ Registra tus gastos. Necesitas saber exactamente en qué estás gastando tu dinero. Lleva un registro diario, semanal y mensual de todo lo cotidiano e imprevisto. Cada centavo gastado, ya sea en efectivo, tarjeta de crédito o débito, debe ser rastreado.

Define plan de pago. Es momento de crear un presupuesto y un plan de pago de las deudas. Busca formas de reducir tus gastos (por ejemplo, prepare su café en casa en lugar de comprarlo en la calle, elije productos genéricos en lugar de productos de marca). Si no sabe por dónde empezar, salta al siguiente paso.

Obtén ayuda financiera profesional. No es malo pedir ayuda, al contario. Comunícate con la institución financiera y pide hablar con un banquero privado o un asesor financiero que pueda ayudarte a crear un plan realista de pago de deudas, consolidar préstamos y comenzar a ahorrar para el futuro.

Hazte apoyar por tu familia o amigo. Confía en un amigo cercano, familiar o asesor financiero para que te aliente a cumplir con sus planes. Los problemas financieros a menudo crean sentimientos de vergüenza, pero recuerda que muchas personas se encuentran en esta situación en algún momento de sus vidas. Si sientes que sus gastos están fuera de control o si necesita más apoyo emocional, acerca a alguien de tu confianza para que te demuestre apoyo emocional.

Pensar en dónde quieres estar en 10 ó 20 años te ayudará a definir tus objetivos financieros y hacerlos realidad hoy. Recuerda siempre que el dinero que estás pagando actualmente a sus acreedores puede usarse para ahorrar para el futuro y las cosas que deseas lograr en la vida.

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