Crédito productivo vs crédito tradicional, ¿cuál es el adecuado para el micronegocio?

Antes de solicitar un crédito es importante que el emprendedor conozca diferentes tipos de financiamiento y sus características para tomar la decisión más informada. Por ello, el financiamiento adecuado es clave para el crecimiento de cualquier compañía, pero en particular para un micronegocio.

YoFio nos habla sobre las diferencias entre un crédito productivo y uno tradicional y da algunas recomendaciones para elegir la mejor opción.

Para los micronegocios, el financiamiento adecuado puede marcar la diferencia entre la continuidad del negocio o su salida del mercado. El crédito es necesario para el crecimiento de un negocio, pero antes de optar por estos productos financieros es indispensable que los dueños de estas empresas conozcan los tipos de crédito que hay.

La elección entre un crédito productivo y un crédito tradicional radica en la definición clara de los objetivos y necesidades financieras del emprendedor. La agilidad y enfoque específico del crédito productivo son determinantes para el crecimiento productivo de la empresa, mientras que el crédito tradicional resulta más adecuado para proyectos más diversos y consolidados”, explica Alberto Bonetti, CEO y fundador de YoFio, app que busca apoyar a los micronegocios a través de créditos inmediatos.

Para que los dueños de micronegocios puedan tomar la mejor decisión, YoFio explica en qué consiste el crédito productivo y el tradicional:

¿Qué es un Crédito Productivo?

Un crédito productivo, también conocido como crédito para el crecimiento del negocio, está diseñado específicamente para ayudar a las microempresas a expandirse y mejorar sus operaciones.

Algunas de sus características son:

Orientado al crecimiento: El crédito productivo se destina a financiar proyectos o actividades que impulsen el crecimiento de un micronegocio. Esto puede incluir la adquisición de maquinaria, la expansión de la capacidad de producción o la inversión en tecnología.

Plazos más largos: Los créditos productivos suelen tener plazos más largos en comparación con los créditos tradicionales. Esto permite que los negocios tengan un período más amplio para generar ingresos y pagar el préstamo.

Menores tasas de interés: Debido a que estos préstamos están vinculados al crecimiento de las empresas, las tasas de interés tienden a ser más bajas.

Requisitos flexibles: Los prestamistas que ofrecen créditos productivos suelen ser más flexibles en cuanto a los requisitos de calificación.

¿Qué es un Crédito Tradicional?

Los créditos tradicionales son préstamos que se otorgan a las empresas para cubrir gastos generales y operativos. Aquí hay algunas características clave:

Uso generalizado: Los créditos tradicionales se utilizan para cubrir una variedad de necesidades financieras, como capital de trabajo, nómina de empleados o gastos operativos recurrentes.

Plazos más cortos: Por lo general, tienen plazos más cortos en comparación con los créditos productivos. Esto significa que el período de reembolso es más rápido.

Tasas de interés variadas: Las tasas de interés de los créditos tradicionales pueden variar ampliamente según la institución financiera y el riesgo asociado al préstamo.

Requisitos más estrictos: Los créditos tradicionales a menudo requieren un historial crediticio sólido y garantías para respaldar el préstamo.

Entonces, ¿cuál elegir?

Antes de decidir si un crédito productivo o tradicional es la mejor opción para un micronegocio, YoFio recomienda considerar lo siguiente:

Evaluar las necesidades financieras: Identificar claramente las necesidades financieras. ¿El micronegocio necesita fondos para comprar equipo nuevo, expandirse o cubrir gastos operativos regulares? Esta evaluación ayudará a determinar qué tipo de crédito es más adecuado.

Comparar tasas de interés y plazos: Compara las tasas de interés y los plazos ofrecidos por diferentes prestamistas. Esto te ayudará a entender cuánto costará el préstamo y cuánto tiempo tendrás para pagarlo.

Considerar la flexibilidad: Con un historial crediticio limitado o un negocio nuevo, lo mejor es optar por un crédito productivo, que a menudo es más flexible en términos de requisitos de calificación.

Planificar el flujo de efectivo: Antes de solicitar un préstamo, el emprendedor debe asegurarse de tener un plan sólido para utilizar los fondos y generar ingresos que le permitan pagar el préstamo a tiempo. El flujo de efectivo es clave.

“Un préstamo bien gestionado puede ser una herramienta poderosa para impulsar el éxito de un micronegocio. Es importante que los emprendedores se mantengan enfocados en sus metas y busquen herramientas que los ayuden a gestionar de mejor forma su negocio. El financiamiento adecuado es imprescindible para llevar un micronegocio al siguiente nivel”, concluye Bonetti.

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