Franquician la Hidroponia y la aman

NOTA2PRINCIPAL 

Hace aproximadamente unos 16 años, derivado del sentimiento altruista de llevar despensas a comunidades necesitadas, una idea cautivó a Rodrigo Domezain: Producir vegetales sin la necesidad de usar tierra.

“Como breviario cultural te compartimos lo siguiente sobre esta técnica de cultivo se le conoce como hidroponía y tiene sus orígenes ya siglos atrás.”

Domenzain se dio cuenta que al capacitar a los pobladores con esta técnica contribuía al desarrollo de las comunidades más allá de la simple donación de productos (todos conocemos el dicho: Dale un jitomate a un hombre y lo habrás alimentado un día, enséñalo a cultivar hidropónicamente y lo habrás alimentado toda su vida. -¿Qué no era así el dicho?- ¡Avisen!). Bueno, el asunto es que de esta idea nace Amar Hidroponia, empresa 100% mexicana, cuyo producto estelar es el chile habanero.

 

Hoy, Amar Hidroponia cuenta con 24 franquicias (de mínimo una hectárea)  ubicadas en su mayoría en Quintana Roo. Cada hectárea produce semanalmente alrededor de 2 toneladas de chile habanero cuya cosecha se comercializada a través de socios en centrales de abasto de 16 estados de la República Mexicana que constituyen el 70%. El otro 30% son distribuidores agrícolas extranjeros en Texas y California.

Amar Hidroponia cuenta con un modelo de negocio que lleva de la mano a los emprendedores/inversionistas en la formación de su franquicia.

¿Qué quiere decir esto?

Te orienta en temas desde la contratación de personal, asesoría agrónoma, cosecha hasta la comercialización del producto.

Otro punto a favor es el modelo de inversionista ausente, muy práctico para quienes tienen dinero para invertir, pero poco tiempo para la operación. En este esquema, el inversionista sólo inyecta recursos económicos al proyecto y puede supervisar a distancia y en cualquier momento la operación, recibe apoyo de Amar Hidproponia para la gestión de su personal y recibe las ganancias por la comercialización.

La visión de Amar Hidroponia es proveer al mercado nacional e internacional de alimentos agrícolas de alta calidad organoléptica a través de las mejores tecnologías para proteger, por un lado, la salud de los consumidores, y por otro, el medio ambiente.

Así que ya lo saben, si lo suyo es ser orgánicos, ambientalistas, emprendedores o simplemente inversionistas, Amar Hidroponia es una buena opción, no olvidemos que  la hidroponía es el modo de producción del futuro.

Otros datos de Amar Hidroponia:

Cada franquicia Amar Hidroponia requiere de una inversión aproximada a los 2.5 millones de pesos en donde se incluye la compra del terreno, capital humano de trabajo y formación de invernadero o casa sombra. Una vez cultivando hidropónicamente, a los tres meses y medio comienza la primera cosecha.

A partir de octubre de 2015 forma parte del programa de INADEM quien podría financiar hasta un 50% a emprendedores franquiciatarios de la compañía. El Instituto ha marcado el financiamiento desde $100,000 hasta los $2,000,000 de pesos por franquicia sin rebasar el 50% de su costo total.

Como breviario cultural te compartimos lo siguiente sobre esta técnica de cultivo se le conoce como hidroponía y tiene sus orígenes ya siglos atrás.

  • Se cree que empezó en la antigua Babilonia, en los famosos Jardines Colgantes, uno de los primeros intentos exitosos de cultivar plantas hidropónicamente.
  • También otras culturas se ven relacionadas con esta técnica:China, Egipto e India.
  • En 1600, Helmont (de origen Belga) logró obtener nutrientes por partes de las plantas.
  • En 1699, Woodward demostró finalmente como las plantas obtenían alimentos.
  • En 1860 los alemanes Sachs y Knop fueron los primeros en hacer crecer las plantas en una solución nutritiva, llamando al proceso ¨nutriculture¨.
  • En 1929 el término de “hidroponía” (del griego Hydro (agua) y Ponos (labor o trabajo) Trabajo en agua)fue dado por William F. Gricke,  profesor de la Universidad de California, Davis.
  • Se dice que durante la Segunda Guerra Mundial los Aliados instalaron sistemas hidropónicos para tener siempre vegetales y frutas frescas para sus tropas.
  • En 1986 mi maestra del kínder me hizo sembrar un frijolito en un frasco de puré para bebé con algodón húmedo y “sin tierra”.

Pedro Flores

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