¡Así es como funciona la Ley de Portabilidad Financiera!

Te explicamos los puntos más relevantes sobre la nueva Ley de Portabilidad Financiera.

A partir del 8 de septiembre, cambiar de institución financiera será un proceso más fácil y expedito en Chile, ya que después de casi dos años de espera, el Congreso aprobó la nueva Ley de Portabilidad Financiera.

La nueva ley le concede a las personas y empresas el derecho de cambiar entre las instituciones financieras reguladas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) como bancos, compañías de seguros o ahorro e incluso créditos automotrices, para acceder a nuevas y mejores condiciones de financiamiento. Además, el proceso será más sencillo y en plazos bien definidos.

Esto permite aumentar la competitividad en el mercado, brindar mayor transparencia a los usuarios, reducir tiempos de trámites y permitir que las personas tengan acceso a productos y servicios financieros en las mejores condiciones.

¿Qué cambia con la Ley de Portabilidad Financiera?

  • Se creó un formato estándar con todos los productos y servicios que ofrecen las instituciones financieras, para que las personas puedan comparar de manera sencilla temas como anualidades, tasas, comisiones, intereses, etc. Así, podrán tomar decisiones más informadas.
  • Será el proveedor el que se encargue de emitir un certificado de liquidación para conocer sus servicios financieros actuales y ofrecerle una mejor propuesta.
  • De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Hacienda, el costo de refinanciamiento bajará un 60%.
  • Por su parte, los tiempos de trámites de dichos refinanciamientos se reducirán en hasta 30 días.
  • Toda la información será 100% transparente, para que el usuario esté enterado en todo momento de lo que las instituciones financieras están haciendo con su información.

¿Cómo funciona la Portabilidad Financiera?

El proceso para cambios de productos financieros se divide en 5 sencillos pasos:

  1. Primero, el Cliente debe presentar una solicitud de portabilidad al nuevo proveedor. El proveedor “original” emite el certificado de liquidación, ya sea directamente al cliente o al nuevo prestador. Este documento es gratuito e incluye toda la información de los servicios financieros que el cliente desea portar.
  2. La nueva institución realiza una oferta con dichos productos y sus condiciones de manera clara.
  3. Si el cliente acepta la oferta, da un “mandato de término” para que el nuevo proveedor cierre con el antiguo proveedor los productos financieros indicados.
  4. El cliente contrata los productos con la nueva institución.
  5. El nuevo proveedor paga los adeudos y da por terminada la relación con el antiguo proveedor.

Cabe mencionar que este proceso puede tener algunos cambios leves en lo que respecta a plazos y tasas cuando hablamos, por ejemplo, de créditos automotrices, créditos hipotecarios o  de un crédito de consumo, ya que existen plazos y tasas que pueden modificarse.

Sin duda la ley de Portabilidad Financiera hará que el cambio entre instituciones financieras ya no sea un proceso costoso e interminable, lo cual propiciará que más personas y empresas puedan elegir de forma libre y flexible los productos y servicios que más se adecúen a sus necesidades financieras.

Redacción

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