albo, el challenger bank sin comisiones que ayuda a las personas a vivir una mejor experiencia financiera a través de una tarjeta de débito y una app para recibir, transferir y utilizar su dinero fácil y libremente, anota cómo cambiará el comportamiento del consumidor después de la pandemia por Coronavirus.
En 2017 el porcentaje de compradores digitales en México era menos de 30%, en 2020 se estima un incremento a más de 39%, y en 2024 se prevé que la tasa de penetración del comercio electrónico alcance 55%. Este aumento es ocasionado en parte por el creciente acceso a internet y a los cambios de compra de la población al adquirir bienes o servicios en línea, de acuerdo con Statista Research Department.
Desde el inicio de la pandemia albo ha crecido un 86% en inscripción de usuarios, debido a que los usuarios se están volcando en las aplicaciones financieras por el cierre de sucursales y porque las plataformas digitales de la banca tradicional son complicadas.
Esta situación ha sido impulsada también por las Fintech que llenan la necesidad de hacer transacciones en línea de manera sencilla, segura y disponible 24×7.
Francisco Rodríguez, Director de Crecimiento (CGO) de albo, indicó que los factores del cambio de consumo de los cibernautas se deben a que están preocupados por la salud de sus familias, por recortes salariales e incertidumbre de sus trabajos o desempleo, exceso de horas conectados a Internet, quieren satisfacer sus necesidades básicas, además, del sentimiento de sentirse encerrados.
Por ello, algunos consumidores hacen grandes recortes en sus gastos, y otros continúan gastando normalmente, pero con cambios de actitud, hábitos, horarios, y online.
Rodríguez señala algunas de las tendencias más importantes que probablemente se desarrollarán después de la crisis:
- eCommerce, Marketing Digital y redes sociales son los canales de compra de preferencia. El Covid-19 ha incrementado el uso de la tecnología y sus aplicaciones tanto para el trabajo como para la escuela, e incluso las personas pasan su tiempo libre también dentro del ciberespacio. Las redes sociales tomarán mayor importancia en el mundo del comercio en línea. La evolución de los canales de compra a través de nuevos canales y plataformas será más patente después de la pandemia.
- Hacer el súper desde la computadora o el celular. Asistir a un centro comercial lleno de personas caminando para adquirir lo necesario e innecesario no será fácil en los próximos meses. El cierre de las tiendas físicas ha impulsado a las personas a comprar en línea cuando antes no lo hacían. Y una vez que se acostumbren a hacer el shopping por Internet, habrá un estado híbrido entre lo online y lo tradicional.
- Ir de compras al centro comercial de forma virtual. Aunado al punto anterior, se visualiza que las personas compren en una sola aplicación, una amplia variedad de productos de todas las marcas que se encuentran normalmente dentro de un Centro Comercial, de diversas categorías y, sobre todo, en un solo pedido y con entrega el mismo día. Esto ya no está tan lejos en México, por ejemplo, Gicsa (desarrolladora de plazas en Buenavista, Puebla, Interlomas y Mérida), abrió un nuevo canal de distribución junto con otros aliados para crear los primeros centros comerciales virtuales del país.
- La higiene personal y la salud. Con la nueva normalidad, la demanda de productos para el cuidado e higiene seguirán creciendo ya que los gobiernos y empresas de salud centran sus esfuerzos en aumentar la conciencia sobre el mantenimiento de la higiene y la seguridad con el uso de desinfectantes y jabones tanto en ciudades como en zonas rurales. Las personas dedicarán su tiempo en limpiar y desinfectar los espacios.
- Hacia la personalización de los productos y servicios. Los nuevos consumidores monitorean si realmente las empresas se preocupan por sus clientes o manufacturan a granel sus productos y servicios. Éstas deberán cambiar sus prioridades comerciales y utilizar sus recursos para responder y adaptarse a los desafíos actuales. Es probable que las marcas que han mantenido la confianza y la credibilidad durante la crisis del coronavirus se beneficien en gran medida. Además, los ganadores post pandémica serán los que reajusten sus procesos rápidamente de acuerdo con las preferencias de sus clientes.
- Consumo local. Habrá un cambio post Covid-19 al aumentar la importancia en el cambio climático, la autosuficiencia, la responsabilidad social individual, la adopción de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial y el crecimiento de la población, que redundará en el aumento del consumo consciente, libres de toxinas y químicos, plásticos no contaminantes, y sin crueldad animal, por lo que la demanda de productos de fabricación local experimentará un fuerte aumento. Esperamos que esta tendencia se vea también en México.
- PyME de lleno en el ecommerce. El Coronavirus es el principal detonador de la transformación digital de las PyME (Pequeña y Mediana Empresa), así como el acelerador de su entrada al mundo del comercio electrónico y plataformas digitales. Dos de cada 10 PyME que venden hoy en línea lo hizo a causa de la cuarentena. Actualmente, 6 de cada 10 PyME venden por Internet, lo que representa un crecimiento del 94.6% contra el año pasado, señala la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) y GS1. Las empresas que ya entraron al mundo digital deberán perfeccionar su modelo de negocios, y las que todavía no, tendrán que acelerar el paso para enfrentar lo que vendrá.
“En albo tuvimos un incremento de 170% en el uso de la App para pago de servicios (luz, agua, TV Internet, gas, etc.) durante este confinamiento. Creemos que el comportamiento del consumidor posterior a Covid-19 se reflejará en una economía digital cada vez más ligada a la tecnología y el incremento de herramientas financieras para hacer un mundo donde el manejo del dinero será más fácil para todos”, concluyó Rodríguez.
Redacción
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